“Los dermatólogos no recomendamos en ningún caso el uso de lámparas artificiales de rayos UVA con fines estéticos. Tanto las fuentes artificiales de radiación ultravioleta como una excesiva exposición solar pueden provocar graves problemas de salud. Por esta razón, en países como Australia ya han prohibido el uso de cabinas artificiales de rayos UVA para bronceado.
Está demostrado que las quemaduras por radiación UV constituyen un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer cutáneo melanoma y no melanoma; por ello, debemos tomar el sol de forma razonable y moderada.Además, es importante evitar las horas del día en que el índice de radicación es más alto y tomar las medidas de fotoprotección adecuadas. Las exposiciones excesivas al sol no son buenas y, en ningún caso, son recomendables.
Está demostrado que las quemaduras por radiación UV constituyen un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer cutáneo melanoma y no melanoma; por ello, debemos tomar el sol de forma razonable y moderada.Además, es importante evitar las horas del día en que el índice de radicación es más alto y tomar las medidas de fotoprotección adecuadas. Las exposiciones excesivas al sol no son buenas y, en ningún caso, son recomendables.
En resumen: lámparas artificiales nunca, sol natural con moderación y precaución. En este sentido, La Fundación Piel Sana de la AEDV está llevando a cabo diferentes acciones, para concienciar a la población de la importancia de adquirir hábitos saludables ante el sol para el cuidado de la piel”, asegura el doctor Agustín Buendía, miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología).