En realidad, se trata de un medio de nanocomposite que esconde objetos en 3D a los ojos de ondas electromagnéticas de modo que un objeto con profundidad aparece como plano cuando se escanea en unas frecuencias determinadas haciéndolo, por tanto, inherentemente “invisible” a dichas ondas. La estructura de nanocomposite esconde un objeto que normalmente habría provocado una alteración en las ondas.
El objetivo no es, por suerte o por desgracia, la invisibilidad, sino conseguir importantes avances en la ciencia de antenas. Permitiría crear antenas de diferentes tamaños y formas ancladas en lugares muy diversos. El descubrimiento tiene implicaciones también en variedad de campos, desde las microondas a la óptica pasando por el control de cualquier tipo de onda electromagnética.
Si alguna vez la humanidad conseguirá la tan ansiada invisibilidad resulta complejo de establecer, pero si algo enseña la historia es que la ciencia suele acabar victoriosa ante la afirmación “Eso es imposible”.
El objetivo no es, por suerte o por desgracia, la invisibilidad, sino conseguir importantes avances en la ciencia de antenas. Permitiría crear antenas de diferentes tamaños y formas ancladas en lugares muy diversos. El descubrimiento tiene implicaciones también en variedad de campos, desde las microondas a la óptica pasando por el control de cualquier tipo de onda electromagnética.
Si alguna vez la humanidad conseguirá la tan ansiada invisibilidad resulta complejo de establecer, pero si algo enseña la historia es que la ciencia suele acabar victoriosa ante la afirmación “Eso es imposible”.
Una vez conseguida esa famosa capa: ¿cómo frenar los asesinatos, robos, espías y todas las posibilidades criminales que, quienes protegidos por la invisibilidad, podrán cometer?
Parafraseando al tío de Peter Parker "Grandes inventos, traen grandes responsabilidades..."